La piel, espejo de nuestra salud mental

El pasado 10 de octubre, como cada año, se conmemoró el Día Mundial de la Salud Mental, con el objetivo de aumentar la concienciación acerca de un conjunto de problemas que afectan a un gran número de personas en nuestra sociedad.

A nivel mundial, 450 millones de personas sufren un problema de salud mental que dificulta gravemente su vida. En España, 1 de cada 4 tiene o tendrá depresión o ansiedad a lo largo de su vida, pero más de la mitad de ellos no reciben el tratamiento que necesitan. Luchar para que todas ellas reciban ayuda sigue siendo un reto.

Aunque tanto la depresión como la ansiedad son problemas que nos afectan a nivel emocional y mental, pueden tener también otro tipo de implicaciones.

Si continúas leyendo este artículo, descubrirás:

  • Qué signos de nuestra piel delatan un mal estado emocional
  • Cómo se relaciona la salud mental con nuestra piel

Signos cutáneos de un mal estado emocional

Aunque no es algo de lo que hablen muchas personas, y a veces pueda pasar desapercibido, problemas como la depresión pueden tener un impacto directo en la salud de nuestro cuerpo, incluso a través de la piel.

La depresión es un estado emocional negativo que afecta a la calidad de vida de aquellos que la padecen en mayor o menor grado. La relación que existe entre ella y los problemas cutáneos sigue el dilema del huevo y la gallina: ¿son la causa o la consecuencia del estado emocional en el que nos encontramos?

Parece ser que existe un círculo vicioso en el que el sentimiento de tristeza y ansiedad puede llegar a empeorar la salud cutánea y, este empeoramiento, agravar la depresión.

El mayor grupo de desórdenes dermatológicos relacionados que se encuentran en pacientes psicológicos son la psoriasis, la dermatitis atópica, la urticaria, la caída capilar y el acné.

Psoriasis

Se ha visto que pacientes con psoriasis tienden a sentirse estigmatizados en muchas situaciones sociales debido a su patología y existe un mayor impacto de la depresión entre ellos.

La gravedad del prurito, que puede ser una de las características más molestas de la psoriasis, se correlaciona directamente con la gravedad de los síntomas depresivos.

Dermatitis atópica

Los niños en edad escolar que tienen dermatitis atópica de moderada a grave corren un mayor riesgo de desarrollar dificultades psicológicas, lo que puede afectar negativamente a su desarrollo académico y social.

Por otro lado, los pacientes adultos que padecen la patología a menudo tienen ansiedad crónica y se sienten ineficaces para manejar la ira. Sin embargo, los factores psiquiátricos no siempre se correlacionan con la gravedad y la cronicidad de la enfermedad.

Urticaria

En pacientes que sufren urticaria se han estudiado una amplia variedad de características de personalidad, siendo las más frecuentes las dificultades relacionadas con la expresión de ira y hostilidad en asociación con la necesidad de aprobación. La severidad del prurito en la urticaria se ve incrementada con el aumento de la severidad de los síntomas depresivos.

Caída capilar

Los pacientes cuya caída capilar se ve aumentada por el estrés también tienen porcentajes de depresión más altos, lo que sugiere que la depresión que acompaña a la caída del pelo puede hacer que la condición sea más reactiva al estrés.

Acné

Los niveles más altos de ansiedad en el acné se asocian con un mayor nivel de catecolaminas, como la adrenalina en sangre, que disminuyen con el tratamiento del acné. Esto sugiere que el impacto psicosocial del acné puede estar asociado con un estrés fisiológico significativo para el paciente, que puede llegar a ser incapacitante en algunos casos.

El impacto del acné en la calidad de vida no se correlaciona necesariamente con la gravedad clínica del acné, ya que incluso algunos pacientes con acné leve tienen una discapacidad psicosocial grave.

El papel de la neurodermatología

Todos estos trastornos se clasifican como trastornos psicofisiológicos. Pueden ser desencadenados y agravados por factores psicológicos y, a su vez, vivir con ellos se asocia a una mayor prevalencia de trastornos emocionales, como depresión y ansiedad.

En este contexto, entra en juego la neurodermatología. El estrés, la ansiedad y la depresión son condiciones que afectan al sistema nervioso y su impacto en la piel es una muestra más de la estrecha relación sistema nervioso-piel y de la necesidad de abordajes neurodermatológicos. Con este enfoque, en Prospera diseñamos formulaciones propias para el cuidado de la piel en:

  • Pieles sensibles con tendencia atópica.
  • Pieles sensibles de personas que han recibido quimioterapia y/o radioterapia.
  • Pieles sensibles en las partes íntimas del cuerpo.

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Palabras clave: salud mental, piel, estrés, depresión, ansiedad, neurodermatologia

Referencias:

Wang X, Li Y, Wu L, Xiao S, Ji Y, Tan Y, Jiang C, Zhang G. Dysregulation of the gut-brain-skin axis and the key overlapping inflammatory and immune mechnisms of psoriasis and depression. Biomedicine & Pharmacotherapy 137, 2021. 

Fried RG, Gupta MA, Gupta AK. Depression and Skin Disease. Dermatologic Clinics 2005; 23, 657-664.

Clarke EN, Thompson AR, Norman P. Depression in people with skin conditions: The effects of disgust and self-compassion. British Journal of Health Psychology 2020.

Confederación Salud Mental España. 2022

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