¿Cuánto sabes sobre tu piel?

primer plano piel

La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo. Su superficie puede llegar a alcanzar un área de 1,8 m2 (1) y en su mayoría está recubierta de vello. Durante mucho tiempo se pensaba que la piel era una parte estática del cuerpo, que simplemente ejercía un papel de protección física de los órganos internos. Sin embargo, hoy en día sabemos que la piel no se limita ser una simple “envoltura” de nuestro cuerpo, es un órgano complejo y muy dinámico capaz de recibir muchísima información del medio que nos rodea y adaptarse a él. Por ejemplo, la piel es el órgano encargado de regular nuestra temperatura corporal y mantenerla constante; el sudor o la grasa que secreta, además de ser un método de depuración o de regulación térmica, contienen péptidos antimicrobianos que ayudan a protegernos de patógenos externos (2).

Estructuralmente, la piel tiene tres capas de distinto grosor y funciones. La epidermis es la capa más fina y externa de la piel. Mide aproximadamente 0,1 mm (1) y, a su vez, está compuesta por finas capas de células superpuestas, en su mayoría queratinocitos (3). Estas células se encargan de ejercer una función de protección a modo de barrera: evitan la pérdida de agua y nos protegen del calor, los daños o la entrada de patógenos a capas más internas de la piel. En las capas más profundas de la epidermis es muy común encontrar otro tipo de células: los melanocitos y las células de Langerhans. Los melanocitos evitan que la radiación UV penetre y dañe otras células más profundas y para ello genera melanina (4). Mientras que las células de Langerhans, que también se pueden encontrar en capas más profundas de la piel, son células inmunes capaces de detectar los microorganismos que atraviesan la barrera de queratinocitos y de promover una respuesta inmune (5).

Por debajo de la epidermis se encuentra la dermis. Esta capa es bastante más gruesa (3-4 mm) y tiene una estructura radicalmente distinta a la anterior. Ya no encontramos la estructura en capas típica de la epidermis, sino que este estrato está formado por una matriz de colágeno y fibras elásticas. Entre estos componentes fibrosos se encuentra una sustancia extracelular amorfa formada por ácido hialurónico, proteoglicanos y glucoproteínas entre otros compuestos. Además, en la dermis hay vasos sanguíneos, nervios, células del sistema inmune, folículos pilosos, glándulas sebáceas y otras células como las productoras de colágeno: los fibroblastos. Los nervios de la dermis son capaces de percibir sensaciones captadas por los folículos pilosos y trasmitirlas por debajo de la superficie de la piel. Así detectamos el frío o el calor. Por otro lado, la composición de la dermis otorga flexibilidad a la piel y regula la temperatura corporal (6).

Imagen modificada de Smart Servier Medical Art.

Por último, está la hipodermis, la capa más profunda de piel. También conocida como la capa subcutánea, está formada por fibras de colágeno y elásticas dispuestas de manera similar a las observadas en la dermis. Aunque en la capa subcutánea también podemos encontrar vasos sanguíneos, células inmunes y terminaciones nerviosas, el papel principal de la hipodermis es la acumulación de grasa en unas células llamadas adipocitos y la producción de vitamina D. El número de adipocitos acumulados varía en función de la parte del cuerpo y cada persona (7).

Como has podido observar, la piel es un órgano altamente complejo y estructurado que recibe multitud de información del medio que nos rodea. Hoy en día, sabemos que la piel juega un importante papel en la respuesta inmune. Sin embargo, no fue hasta finales del s.XX cuando se descubrió la relevancia de este órgano en nuestros mecanismos de defensa (8). Curiosamente, algo similar ocurre con el sistema nervioso. Conforme avanza la ciencia cada vez se hace más evidente que algunos problemas de la piel pueden tener su origen en daños producidos en las terminaciones nerviosas que la pueblan. Por lo tanto, es esencial cuidar y mantener la piel bien hidratada.

BIBLIOGRAFÍA

1. Chambers ES, Vukmanovic-Stejic M. Skin barrier immunity and ageing. Immunology. 2019 Nov 11.

2. Schittek B, Hipfel R, Sauer B, Bauer J, Kalbacher H, Stevanovic S, et al. Dermcidin: a novel human antibiotic peptide secreted by sweat glands. Nat Immunol. 2001 Dec;2(12):1133-7.

4. Lambert MW, Maddukuri S, Karanfilian KM, Elias ML, Lambert WC. The physiology of melanin deposition in health and disease. Clin Dermatol. 2019 Sep -Oct;37(5):402-417.

3. Matejuk A. Skin Immunity. Arch Immunol Ther Exp (Warsz). 2018 Feb;66(1):45-54.

5. West HC, Bennett CL. Redefining the Role of Langerhans Cells As Immune Regulators within the Skin. Front Immunol. 2018;8:1941.

6. B Brown TM, Krishnamurthy K. Histology, Dermis. [Updated 2018 Dec 6]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2020 Jan-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK535346/

7. Agarwal S, Krishnamurthy K. Histology, Skin. [Updated 2019 Jan 25]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2020 Jan-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK537325/

8. Streilein JW. Skin-associated lymphoid tissues (SALT): origins and functions.  J Invest Dermatol. 1983 Jun;80 Suppl:12s-16s

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