Más del 50% de la población de los países occidentales sufre de algún tipo de sensibilidad en la piel causada principalmente por enfermedades crónicas como la dermatitis atópica o la hiperhidrosis, tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia o condiciones ambientales, como la contaminación.
Esta sensibilidad se manifiesta como picor, escozor, irritación u hormigueo que afectan a la calidad de vida de los que la sufren.
En la búsqueda constante de innovaciones, la neurodermatología y la neurocosmética surgen como aliadas para el cuidado de las pieles sensibles. Puede que hayas oído hablar de estos términos, pero ¿sabes lo que son realmente? ¿cuál es la diferencia entre ellos?
¡Sigue leyendo para descubrirlo!
El sistema neurosensitivo en el centro del cuidado
Antes de hablar sobre neurodermatología y neurocosmética, necesitamos conocer el sistema neurosensitivo o neurosensorial.
Nuestra piel y nuestro cerebro están conectados a través del sistema neurosensorial. Esta parte fundamental del sistema nervioso se encarga de la detección, transmisión y procesamiento de la información procedente del entorno, como la luz, el tacto, temperatura, presión … En el caso de la piel, este sistema nos permite percibir estímulos a través de los receptores presentes en ella y disparar una respuesta sensorial que nos proteja y o adapte a su presencia (placer, dolor, picor, ardor, escozor, calor y/o rubor).
Los estímulos del exterior, como un incremento en la temperatura, activan los receptores sensoriales de la piel, que envían una señal a través de las neuronas sensoriales (1). Esta señal viaja a través de la médula espinal (2) hasta el sistema nervioso central (SNC) (3). En el sistema nervioso central envía una señal de vuelta para responder a este estímulo.
Estos receptores que tenemos en la superficie de nuestra piel pueden dañarse o hiperactivarse debido a estímulos como la inflamación presente en algunas enfermedades o agentes agresivos, como los que encontramos en la quimioterapia. Este daño o hiperactivación desemboca en molestias sensoriales incapacitantes, como el picor o el hormigueo.
A pesar de que el sistema neurosensorial es el componente principal que desencadena las sensaciones incómodas de las pieles sensibles, las estrategias actuales para el cuidado de estas pieles no se dirigen a él. La neurodermatología y la neurocosmética han llegado para poner al sistema neurosensorial en el centro del cuidado de la piel.
Diferencias entre neurodermatología y neurocosmética
La neurodermatología es la rama de la dermatología que nos permite comprender cómo nuestro cerebro y sistema nervioso afectan a la salud de nuestra piel. Estudia los mecanismos de acción del sistema nervioso de la piel y los desequilibrios que se producen en él. La neurodermatología es la clave para descubrir moléculas que actúen sobre los receptores de la piel que están hiperactivados, reequilibrando su actividad y ayudando a calmar las sensaciones incómodas.
La neurocosmética aplica esta comprensión para desarrollar productos cosméticos que utilicen este conocimiento para cuidar la piel, mejorar su aspecto y ayudar a calmar las molestias de las pieles sensibles, como el picor, ardor, o escozor, actuando sobre el sistema neurosensorial.
Prospera Biotech: pioneros en neurodermatología y neurocosmética
En Prospera Biotech somos pioneros en neurodermatología y neurocosmética. Desarrollamos productos neurocosméticos para cuidar las pieles sensibles abordando todos sus componentes. Llevamos más de 25 años investigando a través del Instituto en Biotecnología Sanitaria (IDIBE) de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche.
Nuestros productos ponen el sistema neurosensorial en el centro del cuidado de la piel para mejorar su aspecto y ayudar a reducir las molestias. Contienen ingredientes combinados con otros ingredientes activos beneficiosos para tratar específicamente:
- Pieles sensibles y con tendencia atópica. La línea Nocisens® está indicada para el cuidado diario de las pieles sensibles y con tendencia atópica, reduciendo las molestias típicas como el picor o el ardor. Además, contiene aceite de aguacate y extracto de avena que ayudan a hidratar y nutrir la piel.
- Sudoración excesiva. Ecrisens® ayuda a controlar la sudoración excesiva sin afectar a las necesidades termorreguladoras del cuerpo haciendo que las glándulas sudoríparas sean menos sensibles al calor y disminuyendo su activación.
- Picores en la zona íntima externa. Vulvisens® combina ingredientes prebióticos que ayudan a recuperar y fortalecer la microbiota natural, antioxidantes y reepitelizantes que ayudan a regenerar las zonas dañadas por infecciones previas, y activos neurocosméticos que restablecen el equilibrio sensitivo ayudando a calmar el picor.
- Molestias derivadas del tratamiento por quimioterapia. Oncapsisens® actúa ayudando a reducir las molestias típicas de pieles sometidas al tratamiento de quimioterapia. Fortalece el equilibrio de la piel hidratando y ayudando a calmar las sensaciones incómodas.
Seguimos investigando para desarrollar soluciones para otros tipos de pieles sensibles. El I+D+i es una parte esencial de nuestro ADN.
¿Quieres saber más?
Y si te ha parecido interesante, recuerda que también puedes leernos en nuestras redes sociales. ¡Síguenos!
Referencias
- Fernández Carvajal A, Devesa I, Fernández Ballester G, Ferrer Montiel A. Moduladores del termorreceptor TRPV1 desactivables metabólicamente en la farmacología del prurito. Rev Soc Esp Farmacol. 2020;18(3):162-72.
- Gadhvi M, Moore MJ, Waseem M. Physiology, Sensory System. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing. [Actualizado 6 May 2023]; [citado 30 Abril 2024] Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK547656/
- Wohlrab J, Bechara FG, Schick C, Naumann M. Hyperhidrosis: A Central Nervous Dysfunction of Sweat Secretion. Dermatol Ther (Heidelb). 2023;13(2):453-463.