Los efectos de la luz azul sobre la piel

Parece que cada vez somos más conscientes de los daños en la piel producidos por la radiación solar y, por ello, utilizamos productos para protegernos de ella. Seguro que conoces las radiaciones UVA y UVB, pero actualmente los expertos ponen un punto de advertencia sobre la exposición a otro tipo de radiación conocida como luz visible, pues esta también puede tener efectos negativos sobre nuestra piel.

La luz visible comprende el pequeño rango de radiaciones dentro del espectro electromagnético que es capaz de captar el ojo humano. Es decir, se trata de la luz que somos capaces de ver, ya sea del sol, de una bombilla, de una pantalla… Dentro del espectro de luz visible, la luz azul es la que se encuentra más cerca de la radiación UV y es la más energética de entre las que podemos percibir por la vista.

Si continúas leyendo este artículo, descubrirás:

  • De dónde proviene la radiación conocida como luz azul
  • Qué efectos tiene la luz azul sobre nuestra piel
  • Qué hacer para protegernos de los efectos de la luz azul

Origen de la luz azul

Solemos relacionar la luz visible con la luz procedente del sol. Sin embargo, no solemos relacionarla con la luz de las bombillas o de las pantallas de los móviles, ordenadores o televisores que usamos a diario.

La luz azul representa alrededor de un 30% del espectro de luz visible, y cuenta con una longitud de onda de entre 380-475nm, muy cercana a la radiación UV. Es el tipo de radiación más energético del espectro visible y es capaz de penetrar hasta las capas más profundas de la piel, lo que, sumado a la cantidad de horas que nos exponemos a nuestros dispositivos electrónicos, la convierte en un factor a tener en cuenta en nuestra salud cutánea.

Cómo afecta la luz azul a la piel

A continuación, se exponen una serie de efectos de los que este tipo de luz puede ser una de las causas.

Deshidratación

Las acuoporinas son una familia de proteínas estructurales que forman canales en la membrana celular con el fin de facilitar el transporte de agua. Se ha visto que, tras la exposición a la luz azul, el número de este tipo de moléculas se ve disminuido, afectando así a la capacidad de las células para retener el agua. Esto afecta a los niveles de hidratación, dando lugar a una piel deshidratada.

Formación de arrugas

La estructura de la piel se cimienta sobre una matriz extracelular que hace de nexo entre las células, pero que es muy sensible a factores externos. Esto se debe a que las enzimas metaloproteinasas, relacionadas con la degradación de moléculas de la matriz, tienden a sobreactivarse con distintos estímulos, como es el caso de la luz azul. La acción descontrolada de estas enzimas conduce a la degradación de fibras proteicas de nuestra piel como el colágeno o la elastina, provocando una pérdida de elasticidad y firmeza, y favoreciendo la formación de arrugas.

Al mismo tiempo, la luz azul es capaz de promover la formación de radicales libres, moléculas muy inestables, que también dañan la matriz. Su acción afecta a la funcionalidad de los fibroblastos, células encargadas de producir colágeno y mantener la estructura del tejido cutáneo. Estos efectos, también contribuyen a la pérdida de firmeza y envejecimiento prematuro.

Aparición de manchas

Como ya contamos en un artículo anterior, la exposición a la luz estimula la activación de los melanocitos, encargados de aportar melanina a nuestra piel. Pues bien, la luz azul también es capaz de inducir esta activación, favoreciendo así la aparición de zonas hiperpigmentadas. Se ha visto que la duración de estas manchas es superior a las causadas por los rayos UV.

Falta de descanso

La exposición excesiva a la luz de las pantallas durante el día causa una sobreexcitación lumínica en nuestro cerebro y puede llegar a provocar insomnio. Esta falta de sueño afecta directamente a la piel, y asimismo conduce a la deshidratación de la piel y a la disminución de la síntesis de colágeno por parte de los fibroblastos.

La exposición a luz artificial, en conclusión, es un factor a tener en cuenta en nuestra salud cutánea, ya que puede producir efectos negativos sobre la piel, como ocurre con otros tipos de radiación.

En la actualidad, no podemos concebir nuestro día a día sin utilizar un ordenador o un móvil, pero es conveniente establecer períodos de desconexión: tu piel y tu mente te lo agradecerán.

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Palabras clave: luz azul, radiación, efectos sobre la piel, arrugas, deshidratación, insomnio

Referencias:

Cohen L, Brodsky MA, Zubair R, Kohli I, Hamzavi IH, Sadeghpour M, Cutaneous Interaction with Visible Light: What Do We Know. J Am Acad Dermat. (2020).

Liebmann, J., Born, M., & Kolb-Bachofen, V. Blue-light irradiation regulates proliferation and differentiation in human skin cells. Journal of Investigative Dermatology (2010) 130(1), 259-269.

Godley, B. F., Shamsi, F. A., Liang, F. Q., Jarrett, S. G., Davies, S., & Boulton, M. Blue light induces mitochondrial DNA damage and free radical production in epithelial cells. Journal of Biological Chemistry (2005) 280(22), 21061-21066.

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