Ahora que llega el buen tiempo y los meses de calor, el sudor se convierte en una constante en nuestro día a día. Aunque su presencia pueda resultar incómoda, su producción es necesaria para mantener nuestra piel hidratada y controlar la temperatura corporal.
Si tenemos una piel sana y un nivel de producción normal, el sudor no debería causar mayor problema que cierta incomodidad, pero ¿qué pasa cuando tenemos la piel sensible? ¿Afecta el sudor a una piel dañada por la dermatitis atópica?
¡Veámoslo con más detalle!
¿Qué es el sudor?
El sudor es un fluido corporal transparente que se produce en las glándulas sudoríparas.
El pH del sudor es débilmente ácido y entre sus principales componentes se encuentran electrolitos, como el cloruro sódico y el potasio, el bicarbonato sódico, la urea, el ácido pirúvico y el ácido láctico. La urea y el ácido láctico presentes en el sudor actúan hidratando la piel, reteniendo la humedad de la capa más superficial de la epidermis y ayudando a mantener su equilibrio. Además, nuestro sudor también contiene péptidos bactericidas y anticuerpos de tipo IgA que nos ayudan a protegernos contra las infecciones.
El sudor nos ayuda a regular nuestra temperatura corporal, cuando se produce un aumento de esta nuestro cuerpo empieza a transpirar.
¿Cómo afecta el sudor a la dermatitis atópica?
La dermatitis atópica, como recordarás de otros artículos, es una enfermedad crónica inflamatoria de la piel que se caracteriza por la presencia de piel seca y prurito o picor intenso. Factores externos como el polen, ácaros, polvo, contaminación, jabones o perfumes pueden condicionar su aparición o agravarla dado que las funciones inmunitarias de las personas que la sufren están modificadas y son más sensibles a la acción de determinados elementos que puedan actuar como alérgenos.
Los mismo sucede con el sudor, agrava los síntomas en pacientes con dermatitis atópica. En la práctica clínica se puede observar cómo en entornos escolares el empeoramiento de los síntomas suele observarse durante las estaciones en que la sudoración es frecuente. Sin embargo, estos síntomas suelen mejorar con esfuerzos continuos para eliminar el sudor duchándose o limpiándose con una toalla húmeda.
La agudización de la dermatitis atópica por el sudor puede estar asociada a la irritación primaria evocada por la elevación de la temperatura corporal, la alteración del pH de la superficie cutánea o la contaminación de polvo en el sudor. No obstante, diversos estudios sugieren que los pacientes con dermatitis atópica suelen tener cierta hipersensibilidad o alergia a su propio sudor.
De hecho, un estudio publicado en el año 2017 parece relacionar esta alergia con la presencia de una levadura conocida como Malassezia, que es común encontrar en nuestra piel. Los pacientes con dermatitis producen más anticuerpos contra este microorganismo, lo que genera una respuesta inmunitaria más fuerte contra el contenido de su propio sudor.
Sin embargo, también es importante recalcar, que las personas con dermatitis atópica sudan menos que las que no la padecen. Al sudar menos, su piel retiene el calor, se reseca y es más propensa al picor y a las infecciones. Por lo que el sudor es un aliado, ya que mantiene la hidratación de la piel, pero también un enemigo, ya que su acumulación puede agravar los síntomas de la dermatitis debido a la alergia.
Cómo evitar el daño que el sudor causa en pieles con tendencia atópica
Aunque la sudoración es un fenómeno fisiológico esencial, dejar un exceso de sudor en la superficie de la piel agrava los síntomas de la dermatitis atópica. Dos medidas que nos pueden ayudar a reducir estos síntomas son:
- Eliminar el sudor de la piel mediante duchas o baños para evitar que se acumulen los alérgenos que causan las reacciones alérgicas.
- Mejorar las funciones de barrera alteradas de la piel, ya que una barrera cutánea dañada favorece la infiltración de los alérgenos del sudor en la dermis y la posterior liberación de sustancias inflamatorias como la histamina.
Por ello, nuestro equipo ha desarrollado Nocisens, Nocisens Intense y Nocisens Baby, soluciones neurodermatológicas diseñadas específicamente para el cuidado de pieles sensibles con tendencia atópica, disminuyendo la sensibilidad y ayudando a recuperar el equilibrio de la piel. ¿Quieres saber más?
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Keywords: dermatitis atópica; sudor; sudar; alergia; piel
Referencias
- Murota, H., Yamaga, K., Ono, E., Murayama, N., Yokozeki, H., & Katayama, I. (2019). Why does sweat lead to the development of itch in atopic dermatitis? Experimental Dermatology, 28(12), 1416–1421. https://doi.org/10.1111/exd.13981
- Takahagi, S., Tanaka, A., & Hide, M. (2018). Sweat allergy. Allergology International, 67(4), 435–441. https://doi.org/10.1016/j.alit.2018.07.002
- Murota, H., & Katayama, I. (2017). Exacerbating factors of itch in atopic dermatitis. Allergology International, 66(1), 8–13. https://doi.org/10.1016/j.alit.2016.10.005