¿Cómo se detecta la hiperhidrosis o sudoración excesiva?

La hiperhidrosis es una producción de sudor excesiva por encima de los niveles necesarios para regular la temperatura corporal. Esta sudoración puede afectar a diversas partes del cuerpo, como las manos, los pies, las axilas y la cara.

Aunque muchas personas pueden experimentar momentos de sudoración intensa, la hiperhidrosis va más allá de lo habitual, afectando la calidad de vida y la autoestima de manera significativa. Si sudas de forma abundante, puede que te estés preguntando si es tu caso.

Detectar esta condición no siempre es sencillo, y es fundamental que sea evaluada y diagnosticada correctamente por profesionales sanitarios. ¿Qué técnicas pueden emplear para detectar la hiperhidrosis o sudoración excesiva? ¡Continúa leyendo para saber más!

Diferenciando entre hiperhidrosis primaria y secundaria

La hiperhidrosis puede ser de dos tipos atendiendo a sus causas:

• Hiperhidrosis primaria. No tiene una causa conocida, es idiopática.
• Hiperhidrosis secundaria. Está asociada a una patología subyacente, como un trastorno endocrino, un efecto secundario de la medicación o una enfermedad neurológica.

A la hora de diagnosticar la sudoración excesiva, es necesario descartar una hiperhidrosis secundaria producida por otra enfermedad o por los efectos secundarios de una medicación. Por lo general, la historia clínica es suficiente para distinguir entre hiperhidrosis primaria y secundaria.

Los profesionales sanitarios pueden realizar distintas preguntas que ayudan a distinguir entre ambos tipos:

1. Edad de aparición. La hiperhidrosis primaria aparece entre los 14 y los 25 años, mientras que la secundaria se suele diagnosticar después de los 25.

2. Patrón de aparición. La hiperhidrosis primaria se caracteriza por la aparición de sudor de forma equitativa en ambos lados del cuerpo, lo que se conoce como simetría bilateral. Sin embargo, la hiperhidrosis secundaria es unilateral, en un único lado del cuerpo, y no simétrica.
3. Interrupción durante el sueño. La hiperhidrosis primaria no causa un exceso de sudoración mientras dormimos. Si sudas únicamente cuando duermes, puede que exista una causa secundaria.
4. Duración. Los episodios de sudoración deben prolongarse durante al menos 6 meses y tener lugar más de dos veces a la semana.
5. Episodios de sudoración. Es probable que la sudoración excesiva no sea continua o constante si padeces hiperhidrosis primaria. Los episodios de sudoración tienen frecuencia, duración y grado variables. Es importante llevar un registro del número de episodios y como afectan a nuestra vida diaria.
6. Historia familiar. Es común que miembros de la misma familia también sufran sudoración excesiva.
7. Afectación de la calidad de vida. La hiperhidrosis puede afectar a nuestro día a día, tanto a nivel personal como profesional, y tener un impacto negativo sobre la salud mental, especialmente entre los adolescentes.

Por lo general, no se requieren pruebas de laboratorio para diagnosticar la hiperhidrosis primaria. Sin embargo, si la historia clínica y un examen físico hacen sospechar que puede tratarse de una hiperhidrosis secundaria, pueden ser necesarias pruebas diagnósticas específicas.

Pruebas cuantitativas: ¿Cuánto sudas?

Aunque no son estrictamente necesarias, hay algunas pruebas que pueden ayudar a cuantificar la cantidad de sudor para determinar la gravedad de la sudoración excesiva y guiar en la elección del tratamiento.

La más conocida es el test de Minor, o prueba del yodo-almidón. Consiste en aplicar una solución de yodo sobre la piel y una vez que el yodo esté seco, espolvorear almidón de maíz. El sudor producido causa una reacción química entre el yodo y el almidón, lo que resulta en un cambio de color, típicamente a un tono púrpura oscuro o negro en las áreas donde hay sudoración.

Esta prueba resulta muy útil para identificar la localización y la extensión de la zona donde se produce la sudoración a la hora de planificar tratamientos como la inyección de bótox o una intervención quirúrgica.

Además del test de Minor, existen otras pruebas como la gravimetría, que pesa la cantidad de sudor producido o la sudorimetría cuantitativa dinámica, que mide la sudoración a lo largo del tiempo mediante una cámara colocada en la superficie de la piel, a través de la cual se transmite gas seco.

Pruebas cualitativas: ¿Cómo afecta la sudoración a tu día a día?

Además de estas pruebas cuantitativas, existen medidas que permiten evaluar la calidad de vida de las personas que sufren hiperhidrosis o sudoración excesiva.

La Escala de Gravedad de la Hiperhidrosis (HDSS por sus siglas en inglés) es un cuestionario mediante el cual se mide la influencia de la sudoración en las actividades cotidianas. La persona encuestada tiene que seleccionar cuál de las siguientes afirmaciones refleja mejor el impacto que tiene la sudoración excesiva en su día a día:

1. Mi sudoración nunca es perceptible y nunca interfiere con mis actividades diarias.
2. Mi sudoración es tolerable pero a veces interfiere con mis actividades diarias.
3. Mi sudoración es apenas tolerable y con frecuencia interfiere con mis actividades diarias.
4. Mi sudoración es intolerable y siempre interfiere con mis actividades diarias.

Cada una de estas afirmaciones va acompañada de un número del 1 al 4. Una puntuación de 1 o 2 indica una hiperhidrosis moderada, mientras que una puntuación de 3 o 4 indica hiperhidrosis grave. Después de seguir un tratamiento adecuado, se puede volver a realizar el cuestionario para ver si la respuesta ha cambiado. Una mejora de 1 punto en la puntuación del HDSS se ha asociado con una reducción del 50% en la producción de sudor y una mejora de 2 puntos con una reducción del 80%.

Además de esta escala, existen otras como el índice de calidad de vida dermatológica (DLQI por sus siglas en inglés) o el cuestionario de impacto de la hiperhidrosis.

Ecrisens, la alternativa para ayudar a controlar la sudoración excesiva

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Ecrisens® es una crema neurodermatológica que ayuda a controlar la sudoración excesiva sin afectar a las necesidades termorreguladoras del cuerpo, haciendo que las glándulas sudoríparas sean menos sensibles al calor y disminuyendo su activación.

Además, se puede aplicar en cualquier zona, ayudando a tratar la hiperhidrosis palmar, plantar, axilar o facial. Su textura tipo gel y su composición no comedogénica la hacen adecuada para su aplicación en el rostro.

Ecrisens® no es un antitranspirante, no bloquea el poro, es un producto que actúa progresivamente.

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Referencias

• International Hyperhidrosis Society. Diagnosing Hyperhidrosis [Internet]. [citado 9 jul 2024]. Disponible en: https://sweathelp.org/home/diagnosing-hyperhidrosis.html

• Nawrocki S, Cha J. The etiology, diagnosis, and management of hyperhidrosis: A comprehensive review: Etiology and clinical work-up. J Am Acad Dermatol. 2019 Sep;81(3):657-666. doi: 10.1016/j.jaad.2018.12.071.

• Solish N, Bertucci V, Dansereau A, Hong HC, Lynde C, Lupin M, Smith KC, Storwick G; Canadian Hyperhidrosis Advisory Committee. A comprehensive approach to the recognition, diagnosis, and severity-based treatment of focal hyperhidrosis: recommendations of the Canadian Hyperhidrosis Advisory Committee. Dermatol Surg. 2007 Aug;33(8):908-23. doi: 10.1111/j.1524-4725.2007.33192.x.