Ya llega el verano y con él, las ganas de tumbarse al sol, de pasar horas infinitas en el agua, de hacer deporte al aire libre y de disfrutar de los reencuentros en terrazas, especialmente este año. Sin embargo, no debemos olvidar que en esta época del año debemos ser muy cuidadosos para que nuestra piel no sufra. En el post de hoy os dejamos algunas recomendaciones para que vuestra piel se mantenga lo más sana posible durante el verano con consejos especiales para las pieles más sensibles:
- Protege tu piel del sol.
El sol es fundamental para mantenernos sanos. Entre otras cosas, promueve la síntesis de vitamina D que ayuda a fijar el calcio y tiene un papel beneficioso para el sistema inmune o el metabolismo de moléculas esenciales, pero también oxida y envejece la piel y puede ocasionar daños irreversibles. Os proponemos algunos consejos que os ayudarán a protegeros del sol sin evitar sus efectos beneficiosos:
- Usa siempre factor de protección solar. A veces, tendemos a pensar que solo tomamos el sol cuando estamos en tumbados en la playa o en la piscina, pero en esta época del año salir a dar un paseo, ir de compras o estar en una terraza tomando algo también nos expone al sol. Para evitar que esto dañe nuestra piel os recomendamos usar a diario crema con factor de protección solar, especialmente en las zonas con piel más sensible como la cara.
Hoy en día puedes encontrar productos que incorporan factor de protección solar en miles de formatos: aceites, cremas, spray… Elige el que mejor se adapte a tu rutina y a tu tipo de piel. Para que la protección sea máxima, compra productos con protección elevada (50) y filtro UVA y UVB. En contra de lo que muchos piensan, el factor de protección solar no evita el bronceado.
Si tienes la piel sensible o atópica, decántate por un producto que, además, hidrate bien tu piel y que no lleve ingredientes agresivos. Os adelantamos que en Prospera Biotech estamos desarrollando una crema de uso diario que además de incorporar factor de protección solar, protege la piel de las molestias típicas de la piel sensible.
Una duda muy común es con qué frecuencia debe ponerse la crema solar. Lee bien las instrucciones del producto que compres. Algunos son resistentes al agua mientras que otros no. En cualquier caso, lo ideal es ponerse crema cada dos horas si estamos expuestos al sol en la playa/piscina o de excursión.
- Evita las horas de máxima radiación solar. De 12:00 a 16:00 la radiación solar es muy intensa. Conviene evitar tomar el sol en este horario. Sabemos que muchas veces es difícil no estar al aire libre a esas horas, pero puedes usar una sombrilla o un sombrero para protegerte de la radiación mientras disfrutas.
- Nos morimos de ganas de tumbarnos al sol y ver las horas pasar, pero recuerda que incluso usando factor de protección puedes quemarte si te expones varias horas. Intenta que la exposición al sol sea gradual. De esta manera dejamos que el cuerpo vaya sintetizando melanina que nos protege de la radiación.
- Como sabéis, la radiación solar promueve la aparición de radicales libres que aceleran el envejecimiento y empeoran el aspecto de nuestra piel. Para protegernos de su acción perjudicial podemos incorporar alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras y añadir a nuestra rutina lociones hidratantes que contengan antioxidantes para la piel. Las formulaciones que desarrollamos en Prospera Biotech siempre están enriquecidas en elementos antioxidantes para ayudar a proteger tu piel sea cual sea tu rutina.
2. Mantente bien hidratado
Bañarnos, tomar el sol o sudar puede deshidratarnos, debilitar nuestra piel y empeorar su aspecto. Recuerda que es importante hidratarse por fuera pero también por dentro:
- Bebe mucha agua
- Añade en tu dieta alimentos con alto contenido en agua como frutas o verduras frescas.
- No olvides utilizar crema hidratante todos los días. La puedes usar antes de otros productos con factor de protección solar.
3. Utiliza prendas de ropa con telas adecuadas para esta época el año. Las telas sintéticas o las prendas abrigadas pueden hacernos sudar y el sudor puede convertirse en un factor que irrite la piel. Decántate por prendas que transpiren, de tejidos naturales, no muy ajustadas y que te resulten cómodas en los días más calurosos. Recuerda que para prevenir la irritación en zonas de sudoración (los pliegues de los brazos, detrás de la rodilla, el cuello, las ingles…) debes mantener esas zonas muy bien hidratadas.
4. ¡Cuidado con el abuso de productos cosméticos!
Autobronceadores, cremas con brillo, maquillajes, desodorantes, perfumes… En verano queremos lucir una piel bronceada y radiante pero algunos ingredientes o la interacción entre ellos pueden ocasionar molestias y daños en la piel. Utiliza cosméticos que sean respetuosos con tu piel, que dejen que tu piel transpire y que no lleven ingredientes agresivos.
A la lista de productos de uso frecuente este verano añadimos los geles hidroalcohólicos. Ya hemos comentado en otras ocasiones que estos geles son muy deshidratantes y conviene combinar su uso con la aplicación frecuente de cremas hidratantes.
5. Aire acondicionado ¿amigo o enemigo?
No vamos a negar que el aire acondicionado nos ayuda a sobrellevar el intenso calor de los meses de verano y que vivir sin él a algunos se nos haría imposible, pero la exposición directa o continua a una fuente de aire frío reseca la piel. Siempre que sea posible es preferible establecer una corriente natural al uso del aire acondicionado, pero cuando esto resulta imposible, intenta ponerte en una zona donde el aire no llegue directamente y (no, no nos cansaremos de decirlo) mantén tu piel hidratada para evitar la sequedad.
6. Limpia tu piel
Tener una buena rutina de limpieza es importante durante todo el año, pero en verano sometemos a nuestra piel a circunstancias que requieren cuidados extra. Los baños continuos, el agresivo cloro de las piscinas o la fricción que la arena puede provocar hieren nuestra piel. Dúchate y limpia bien la piel cuando vuelvas de la playa o la piscina e hidrátala después para que se nutra tras haber sufrido.
7. Todo apunta a que este verano vamos a tener dos nuevos complementos inseparables: los guantes y las mascarillas. Ya que esto no lo vamos a poder evitar, anticipémonos a las sensaciones incómodas que pueden provocar en nuestra piel. Utiliza la mascarilla siempre que esté indicado, pero no excedas el número de horas que se pueden usar. Si al ponerte la mascarilla te hace daño intenta aflojarla o adaptarla a la forma de tu cara, ya que de lo contrario provocará marcas o dermatitis que pueden resultar muy incómodas. Refuerza la hidratación en las zonas de la piel que van a estar en contacto
Por último, no olvides que si sufres una quemadura solar no debes volver a exponer esa zona al sol y consulta con tu dermatólogo si aparecen machas.
1 Comentario
Muy buena info!! Gracias!