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Melanina e hiperpigmentación postinflamatoria.

La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano y el más expuesto a nuestro entorno, siendo la primera barrera protectora contra los factores ambientales.

En el artículo anterior hablamos sobre cómo la microbiota era capaz de formar “un escudo protector”; pues bien, la pigmentación es otro de los elementos esenciales en la protección cutánea. El color de nuestra piel es el resultado de una mezcla de pigmentos que nos protegen frente a los efectos perjudiciales de los rayos ultravioleta (UV) del espectro solar. Y cuando la producción de estos pigmentos se ve alterada, pueden aparecer desequilibrios en el tono de la piel, ejemplo de ello es hiperpigmentación postinflamatoria.

Si continúas leyendo este artículo, descubrirás:

  • Qué es la melanina y cómo funciona el proceso de melanogénesis.
  • Qué es la hiperpigmentación postinflamatoria y a qué se debe.

Producción y función de la melanina.

Los pigmentos que dan color a nuestra piel se conocen como melaninas y son producidos por células especializadas de la epidermis, los melanocitos. Estas células poseen en su interior unos orgánulos, llamados melanosomas, donde tiene lugar la síntesis de melanina o melanogénesis.

La melanogénesis es un proceso que depende de una cascada de reacciones mediadas por la enzima tirosinasa y que puede da lugar a dos tipos de melanina: eumelanina y feomelanina. Así pues, el tono de piel de cada persona no depende del número de melanocitos presentes en nuestra epidermis, sino del tipo y la cantidad de melanina que estos sintetizan. En las pieles más claras predomina la feomelanina, y en las más oscuras, la eumelanina. De esta manera, con las distintas combinaciones posibles se consigue el amplio espectro de tonos de piel que conocemos.

Una vez sintetizada, la melanina se almacena en el interior de los melanosomas. En este momento, se produce la migración y transferencia de estos orgánulos hacia los queratinocitos. Se estima que cada melanocito está en contacto con una media de 36 queratinocitos a los que aporta pigmentación.

Cuando alcanza estas células, la función principal de la melanina es la de proteger a las células de la radiación UV, ya puede provocar daños en el material genético. Por ello, los melanosomas se posicionan alrededor del núcleo celular y así absorber la radiación.

La radiación UV es el factor más conocido para inducir la melanogénesis, pero no es el único. La enzima tirosinasa también puede activarse por otras razones: factores hormonales, presencia de determinadas vitaminas, como la D, o de moléculas inflamatorias presentes en la piel. Este último caso es causante del proceso conocido como hiperpigmentación postinflamatoria.

A qué se debe la hiperpigmentación postinflamatoria.

La hiperpigmentación postinflamatoria (PIH) se produce a causa de una sobreproducción o liberación anormal de melanina como respuesta a una inflamación ocasionada por alguna patología, como el acné, la dermatitis atópica o la psoriasis.

Cuando una lesión, erupción, eccema u otro factor interno o externo produce una inflamación en la piel, se activa la tirosinasa y, por tanto, la melanogénesis. La cantidad excesiva de gránulos pigmentarios cambia el color y oscurece la zona lesionada más allá del tiempo necesario para la recuperación de la lesión inicial.

Además, aunque la hiperpigmentación postinflamatoria no está causada por la radiación solar (a diferencia de otros casos de hiperpigmentación), la exposición al sol puede empeorar las manchas e incluso hacer que tarden más en desaparecer. Por ello, es más frecuente encontrar este tipo de marcas en zonas expuestas al sol y en personas con fototipos de piel más oscuros.

Esta afección, aunque no impide el desarrollo de una vida normal, puede tener un impacto físico y psicológico en la vida de los que la padecen. Las manchas causadas por la hiperpigmentación postinflamatoria tienden a desaparecer con el tiempo, siendo más persistentes cuanto mayor sea la diferencia con el tono natural de cada piel y, sobre todo, si se han visto aumentadas por la exposición al sol.

Cómo prevenir la hiperpigmentación postinflamatoria.

Sabiendo que la hiperpigmentación postinflamatoria está causada por la presencia de un ambiente inflamatorio en la piel, una forma de evitar que empeore es evitar promover la inflamación rascando o tocando las lesiones que pueden ser origen de hiperpigmentaciones.

Además, otra clave preventiva es proteger del sol las zonas dañadas para que no estimular en exceso la producción de melanina.

En definitiva, aunque la melanina es un sistema de protección de la piel frente a la radiación UV del sol, su producción puede verse descontrolada y conducir a la formación de manchas como respuesta a procesos inflamatorios originados por afecciones como la dermatitis atópica.

Por ello, es importante evitar inflamaciones y protegerse del sol. Y con lo primero podemos ayudarte: si padeces de piel sensible o atópica, más susceptible de inflamaciones, ¡te recomendamos visitar nuestra tienda y conocer nuestros productos!

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Palabras clave: hiperpigmentación postinflamatoria, melanina, melanogénesis, dermatitis atópica

Referencias:

Baumann L. (2009) Cosmetic Dermatology: Principles and practice. Mc Graw Hill

Montaudié H, Bertolotto C, Ballotti R, Passeron T. Fisiología del sistema pigmentario. Melanogénesis. EMC – Dermatología, 2014; 48:1-11.

Davis EC, Callender VD. Postinflammatory hyperpigmentation: a review of the epidemiology, clinical features, and treatment options in skin of color. J Clin Aesthetic Dermatology, Jul 2010; 3(7):20-31.

Chaowattanapanit S, Silpa-Archa N, Kohli I, Lim HW, Hamzavi I. Postinflammatory hyperpigmentation: A comprehensive overview: Treatment options and prevention. J American Academy of Dermatology. Oct 2017; 77(4):607-621.

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